jueves, 9 de agosto de 2007

Garganta con arena

Un sueño muy común en la etapa escolar es el de llegar a clases y descubrir ante la risa de todos tus compañeros que estás completamente desnudo. Desde el psicoanálisis se podría decir que inconcientemente enfrentamos un temor, en este caso al ridículo, para ver cómo lo resolvemos y así reducir la angustia.

Y esto no sólo nos pasa con la asistencia desnudos al colegio, quién no ha insultado a su jefe, dejado a su novio, o rendido ese tortuoso examen antes en sueños que despiertos. Incluso más de una vez realizarlo dormidos nos libera de la tensión, por ejemplo, de querer insultar al jefe: al día siguiente vamos a trabajar relajados, como si lo soñado hubiera realmente sucedido.

Bueno, justamente eso me pasó anoche. El sábado es un día importante: tengo una sesión de fotos y grabación con mi partenaire musical, quien es extremadamente riguroso con los horarios. Y casualmente yo tengo un gran problema con la puntualidad, aunque haya luchado contra esto los últimos 29 años.

Obviamente en mi fantasía onírica todo salía mal, la peluquería, el tránsito, la vocalización, todo absolutamente, y trataba de explicarle que estaba llegando pero eran las 6 de la tarde y seguía en camino.

Hoy amanecí con la concreción de un incipiente dolor de garganta que me acompaña desde el fin de semana. Me quedé en la cama, con un pañuelo en el cuello a la espera de que afloje y el sábado me deje cantar.

"Los sueños sueños son, pero aquí se hacen realidad" decía Berugo. Espero que esta vez no tenga razón.....

1 comentario:

German Navas dijo...

O.K., todo lo que vos quieras, pero la próxima llegá más puntual...