lunes, 30 de julio de 2007

Pesadilla

EVP (Electronic Voice Phenomenon) es un fenómeno a través del cual supuestamente las voces del más allá entran en este mundo por medio de sensibilidad de las señales de radiofrecuencia. Eso que escuchaban la nenita de Poltergeist o Michael Keaton en la película "White Noise", eso que sucede cuando la radio o la tele quedan haciendo "lluvia", en señal de ajuste, y aprovechan los espíritus para contactarse...

Restos diurnos, nunca mires una película de EVP antes de dormirte.

3 Am. Mi boca seca, sudor frío. Despierto sobresaltada y busco entre sueños la perilla del radioreloj despertador que tengo en la mesita de luz como intentando apagar algo que nunca estuvo prendido. Intento, ya despierta, callar las voces que en mis sueños intentaban llegar a través del maldito aparato. La radio siempre estuvo apagada. Me tranquilizo... intento conciliar el sueño.... "La peli decía que sólo 1 de 12 mensajes registrados por EVP son malignos, estadística que suena alentadora pero también asusta: parece que es verdad". No logro dormirme.

3 Am. La hora del mal. Hora en que según las estadísticas suceden la mayoría de las posesiones, apariciones y otras yerbas sobrenaturales. Hora en que algunos dicen el mal se burla de Dios y la Santísima Trinidad dando vueltas la hora santa para los católicos: 3 Pm, Cristo muere en la cruz.

3 Am. Imposible dormirme. La oscuridad del cuarto me ayuda a imaginar monstruosidades entre sombras. Enciendo la tele. Trato de entretener a mis demonios. Empiezo a conciliar el sueño. Espero dormirme antes de que la señal se termine y vuelvan a meterse las voces del más allá otra vez en mi habitación.

1 comentario:

German Navas dijo...

VIERNES 3 AM (Charly Garcia)

La fiebre de un sábado azul
y un domingo sin tristezas.
Esquivas a tu corazón
y destrozas tu cabeza,
y en tu voz, sólo un pálido adios
y el reloj en tu puño marcó las tres.
El sueño de un sol y de un mar
y una vida peligrosa
cambiando lo amargo por miel
y la gris ciudad por rosas
te hace bien, tanto como hace mal
te hace odiar, tanto como querer y más.
Cambiaste de tiempo y de amor
y de música y de ideas
Cambiaste de sexo y de Dios
de color y de fronteras
pero en sí, nada más cambiarás
y un sensual abandono vendrá y el fin.
Y llevas el caño a tu sien
apretando bien las muelas
y cierras los ojos y ves
todo el mar en primavera
bang, bang, bang
hojas muertas que caen,
siempre igual,
los que no pueden más
se van.

(Cualquier semejanza con tu intenso relato es pura coincidencia)