viernes, 31 de agosto de 2007

Veneno para ratas

El departamento es sórdido pero ellos, que acaban de mudarse, no lo notan. Parecen contentos con su escondite propio aunque tenga las paredes de un chillón verde agua muy años 70 y sillones de cuerina gastada.

Es de noche o realmente el sol nunca ha tocado a su puerta. Detrás de la cama, cubierta con uno de esos acolchados sintéticos que tenían las abuelas, de colores chillones, generalmente con flores, descubren un tablón contra la pared. Se escuchan ruidos, chirridos extraños, mucho eco...

Descubren el tablón para encontrarse con lo inimaginado: una especie de inmenso sótano, con pisos de granito, repleto- literalmente- de enormes ratas negras.

Me despierto sobresaltada. Por suerte los del sueño no eramos nosotros, eran las típicas personas "sin rostro" de nuestros sueños. Pero las ratas se veían tan reales que muevo mis piecitos como comprobando que está todo bien, que ninguna escapó de Morfeo para escurrirse en mi cama.

Soñar con ratas es, según algunos, miedo al futuro. Y ciertamente si leyeron el post anterior coincidirán que de alguna forma lo tengo.....

sábado, 25 de agosto de 2007

Colorado el 14

La vida es una maravilla inexplicable. Te presenta contínuamente caminos alternativos, salidas de emergencia, posibilidades de patear el tablero y volver a empezar. A veces, si estás muy concentrado en transitar tu camino actual, los demás pasan de largo sin que ni siquiera los notes. Pero otras veces se dibujan como bifurcadas donde no tenés más opción que decidir, y te encontrás ahí, frente a frente con tu alma en una decisión que lo puede cambiar todo.

Ya lo dijo Alterio en Caballos Salvajes: "El hombre arriesga su propia vida cada vez que elige, y eso lo hace libre”

Y yo en un arranque de libertad absoluta elegí. Puse todas las fichas a un pleno. Y ahora es momento de sentarse a esperar que la ruleta gire y la bola caiga en un número....

jueves, 9 de agosto de 2007

Garganta con arena

Un sueño muy común en la etapa escolar es el de llegar a clases y descubrir ante la risa de todos tus compañeros que estás completamente desnudo. Desde el psicoanálisis se podría decir que inconcientemente enfrentamos un temor, en este caso al ridículo, para ver cómo lo resolvemos y así reducir la angustia.

Y esto no sólo nos pasa con la asistencia desnudos al colegio, quién no ha insultado a su jefe, dejado a su novio, o rendido ese tortuoso examen antes en sueños que despiertos. Incluso más de una vez realizarlo dormidos nos libera de la tensión, por ejemplo, de querer insultar al jefe: al día siguiente vamos a trabajar relajados, como si lo soñado hubiera realmente sucedido.

Bueno, justamente eso me pasó anoche. El sábado es un día importante: tengo una sesión de fotos y grabación con mi partenaire musical, quien es extremadamente riguroso con los horarios. Y casualmente yo tengo un gran problema con la puntualidad, aunque haya luchado contra esto los últimos 29 años.

Obviamente en mi fantasía onírica todo salía mal, la peluquería, el tránsito, la vocalización, todo absolutamente, y trataba de explicarle que estaba llegando pero eran las 6 de la tarde y seguía en camino.

Hoy amanecí con la concreción de un incipiente dolor de garganta que me acompaña desde el fin de semana. Me quedé en la cama, con un pañuelo en el cuello a la espera de que afloje y el sábado me deje cantar.

"Los sueños sueños son, pero aquí se hacen realidad" decía Berugo. Espero que esta vez no tenga razón.....

miércoles, 1 de agosto de 2007

El Eterno retorno de Ana

Un sueño recurrente en la vida de Ana: esté en un bosque, la ciudad o el espacio siempre acaba frente a una escalera que desciende sin que pueda ver su final y la invita a tirarse de cabeza.

"Guau!-fue mi comentario, tras intentar cerrar mi boca que aún permanecía semi abierta- ¿lo hablaste con tu analista?"

Escaleras descendentes que empiezan pero no terminan a lo largo de sus casi 30 años deben significar algo. Alguna vez se tiró y rodó por ellas, otra se quedó contemplando el profundo agujero negro en el que se perdían los escalones. Fueron de mármol, de madera, las de la escuela, las de la facultad, las de su casa... Entonces, qué significaría ese eterno retorno, esa repetición sintomática de enfrentarse a una escalera en sus sueños?

"Una transformación o un cambio" me dijeron por ahí. Tal vez eso explique la camaleónica vida de Ana. "Pero si bajan, debe ser depresiva" arrimó algún otro, con más pinta de lector de revistas femeninas que de libros de piscología. Bueno, Ana también tiene cierta tendencia a encerrarse en su cuarto y mirar repetidamente "El mago de Oz" con Judy Garland (crease o no) cada vez que le pasa algo que le disgusta.

Ciertamente Ana es una chica especial. Es una de las personas con el corazón más grande que conocí, con una sonrisa entre diabólica y angelical, con una mirada tan profunda que tranquiliza. Pero su alma está escondida en su cuerpo, acurrucada en un rincón, creyendo que nunca llegará a merecer nada de todo lo que puede tener. Por eso, creo yo, sus escaleras sólo bajan. Y cuidado cuando encuentre las escaleras que suben porque ese día, cuando gane confianza, Ana habrá conquistado al mundo.